Nos levantamos tarde, casi no nos dan de desayunar pero, como en esta tierra la gente es encantadora, nos prepararon el desayuno y nos lo llevaron a la habitación; huevos revueltos, una salchicha, beacon, tomate a la plancha , cereales, zumo, vamos, todo un desayuno 😀
Por la tarde nos fuímos a pasear por el parque Emmarentia Dam, que está junto al Jardín Botánico pero que no dejan entrar con perro. En Emmarentia difrutamos como enanos, la gente lleva sus perros sueltos, dejan que jueguen juntos, se bañen, vamos «un parque de perros» enorme y cuidado.
Allí hicimos el tonto y disfrutamos con Clara como enanos.